viernes, 28 de diciembre de 2018

Convivencia y fotografía

No es tarea fácil convivir con un fotógrafo o fotógrafa. El tiempo y el dinero que dedica a sus "obras de arte" y similares es un pozo sin fondo. Pero a los fotógrafos tampoco les resulta sencillo llevarse bien con personas que les consideran bichos raros, perdedores, pesados, chulos, derrochadores, mirones desvergonzados o buscavidas. Las cámaras, objetivos, trípodes, filtros, flashes y otros accesorios fotográficos tienen muchas dificultades para relacionarse con unos usuarios del teléfono móvil que los desprecian o los temen. Pese a sentirse muchas veces incomprendidos, ninguneados y perseguidos es necesario mejorar la convivencia en el reino de la fotografía. No es de recibo mirar por encima del hombro a quien no capte archivos raw, no retoque con Photoshop o sólo fotografíe con el móvil. Los fotógrafos analógicos tienen tantos derechos como los digitales. No es mejor el usuario de una cámara reflex que el de una cámara de bolsillo. Tampoco te puedes creer superior por escribir un blog fotográfico o tener muchos admiradores en las redes sociales. Convivamos todas, todas y todes, monárquicos, republicanos, ácratas, blancos, negros, gitanos, payos, ateos y creyentes. Respetemos a quienes no toman fotografías y admiremos a quienes pasan del teléfono móvil todo lo que pueden.