En el acto fotográfico hay tantas pasiones, confusiones y dificultades como en otro tipo de actos. No está claro si se fotografía por placer o el placer está en fotografiar. El deseo, el amor y el bienestar se confunden entre sí y en la necesidad de fotografiar para ganarse la vida, matar el tiempo, hacer algo que valga la pena o realizar una sobredosis de narcisismo.