domingo, 29 de abril de 2012

Retorno al pasado

No hace falta ninguna máquina del tiempo, ni siquiera imaginación para viajar al pasado. Jordi Beguería, el director de Els Vells me invitó, sin saberlo, a rememorar los mejores momentos de mi relación con la fotografía del espectáculo. Ha llovido mucho desde finales de los noventa.  Queramoslo o no, casi todos somos  quince años más viejos. Pero algunas exniñas como Sandra se han transformado en mujeres. Otros ya vamos para viejos. Como los protagonistas de un drama que se escribió hace cien años pero que es dolorosamente actual. Solo que ahora con la puta reforma laboral es más fácil mandar al pacto del hambre a los trabajadores veteranos.

Ahora mi vinculación con la fotografía del espectáculo es mucho menor. Tan solo algunas actuaciones en el Casal de Barri de Prosperitat y alguna que otra cosilla. Es justo reconocer que no estoy en mi mejor momento. Por otra parte, el cambio de la fotografía analógica a la digital ha sido transcendental. Con los pixels se pueden captar muy buenas imágenes. Pero una cámara rapidilla como la Canon G9 no se defiende muy bien con bajos niveles de luz. Por otra parte una cámara pensada para la fotografía nocturna como la Samsung EX1 se vuelve muy lenta con las escenas demasiado oscuras. Habrá pues que buscar alguna tecnología que mezcle la rapidez y la sensibilidad a la oscuridad teatral. Así pues he practicado una fotografía teatral defensiva. En mis buenos tiempos de la fotografía analógica me gustaba mucho utilizar el objetivo de 80 mm y a veces el de 135 mm. De esta forma captaba planos medios e incluso primeros planos de los actores. Pero ahora casi no puedo. Muchas fotos están captadas en gran angular. De esta forma se evitan desenfoques y fotos movidas.
Antes de poner punto final voy otra vez a regresar al pasado y tratar de explicar mi deserción teatral. A mediados de los noventa estaba redactando mi tesis doctoral y pensaba más en la fotografía científica catalana del siglo XIX que en otras cosas. Hubo varias víctimas, entre ellas los carajillos de teatro. Más tarde me compliqué la vida tratando de difundir mi tesis doctoral con charlas, clases en la universidad, exposiciones y publicaciones. La crisis estalló para mí mucho antes de la mierda que nos comiendo ahora. Tuve que soportar el desinterés de la sociedad catalana y española hacia mis investigaciones con graves problemas visuales. En estos momentos, toquemos madera, tengo la vista bastante bien y estoy reconvertido en fotobloguero; laretinadelsabio.blogspot.com, allí trato de divulgar mis investigaciones y de compaginar mi interés por la escritura y por la fotografía.
Espero que este reencuentro sea el inicio de una bella amistad. No dejen de llamarme si buscan un viejo fotógrafo teatral.