domingo, 1 de abril de 2018

Cómo escapar de la inauguración de una exposición fotográfica


Trate de  evitar el problema visitando la exposición en otra ocasión. Las exposiciones suelen durar semanas. Cualquier otro día estará más solo que la una. Todavía mejor es no ir. Seguro que se lo pasa mejor  tomando un aperitivo con sus amiguetes, dejándose aconsejar por su cuñado o siguiendo nuestra inquietante actualidad por televisión, la radio, la prensa o internet.

Pero si por su mala cabeza asiste trate de aparentar interés y hasta entusiasmo, salude con efusión a los asistentes, devoré con avidez los canapés, póngase tibio de vino y cerveza y no deje escapar la copa de capa si la ponen. Pregunte donde está el cuarto de baño y aléjese con decisión y sigilo de esa exposición fotográfica que nunca debería haber visitado.