Fotografío para olvidar. O al menos para intentar aislarme por un instante de esta pandemia. Envidio a los pioneros de la fotografía que tenía que realizar largas exposiciones de muchos segundos, minutos u horas. Hasta el Sabio Jaume Ferrán renegaría de su obra"La instantaneidad en fotografía" y trataría de emular los trabajos de Daguerre o de Niepce.
El problema de fotografiar para olvidar es que las fotos se transforman en recuerdos. A una cierta edad nuestros recuerdos se transformarán el olvido. Nosotros mismos acabaremos formando parte de un tímido recuerdo y de un olvido infinito.