El grafitero no ha tenido una idea muy brillante. Los reclicadores sacarían del contenedor a los políticos corruptos, inútiles, mentirosos, o que incumplen reiteramente, sus promesas electorales. Pero, ¿Qué harían con ellos? Seguro que en el mercado de la miseria no sacarían demasiado. La basura política apenas da beneficios.