Moderado y demócrata
El fotógrafo moderado y demócrata observa perplejo los tiempos que le tocan vivir. Al fotógrafo radical y revolucionario le pasa más o menos lo mismo. Los fotógrafos conservadores tampoco acaban de entender nada. Puede que casi todos los fotógrafos viviésemos más y mejor en una república fotográfica. Pero en la mayoría de las democracias consolidadas se vive mejor que en los reinos de taifas, paraísos perdidos y utopías varias. El fanatismo de los utópicos y creyentes me hace dudar, pero solo un poco, de mis convicciones. Tal como estamos no vamos bien. Pero las cosas pueden ir a peor.