viernes, 11 de agosto de 2017
Dos dedos de frente
Puede que nuestras fotografías dejen mucho que desear. Pero con esfuerzo es posible mejorar. Urgen sin embargo talleres de fotografía que vayan mas allá de la técnica. La ética, la responsabilidad, el sentido común, el respeto y la seguridad son conceptos que deberían conocer esas personas que fotografían compulsivamente en museos, monumentos, encierros taurinos. actuaciones musicales, reuniones de amigotes, actos sociales y actos íntimos propios o ajenos. De entre las barbaridades que recogen los medios de comunicación destacaría la de un señor que fotografió un cadáver en un cementerio y lo colgó en la red. Más habitual pero también dramático son esas personas heridas o fallecidas por intentar fotografiar fenómenos meterológicos, fiestas populares o accidentes diversos. Más que una cámara o un móvil más o menos bueno se deberían tener dos dedos de frente.