lunes, 6 de septiembre de 2010

Chabuca Granda

Me confieso fan de la gran Chabuca Granda. Sus canciones me hacen soñar despierto y me llenan de nostalgia. Estas líneas son un doble homenaje. La primera parte es un comentario a una entrevista que le hicieron en TVE. La segunda es una versión de La flor de la canela, sin duda su canción más emblemática. Me he basado en su letra para hacer un texto muy personal.


Chabuca Granda (1920-1983). Entrevistada por Joaquín Soler Serrano para Televisión Española en 1976. Ver DVD 78 cha Grandes personajes A fondo. Biblioteca Nou barris, Barcelona

Se llamaba Isabel. Chabuca no es más que un diminutivo. En la entrevista se le ve extrovertida, inteligente, solidaria y atractiva. Apenas se notaban sus 56 años muy bien llevados. Parece que los aires de la sierra peruana le sentaron fenomenal. Sin embargo, Chabuca comenta el problema del mal de altura y viceversa, los problemas de salud que tenían los indígenas y quienes como ella se habían criado en el altiplano al bajar al llano.

Habla mucho de su divorcio. Para Chabuca los esposos deben tener un nivel cultural similar. De otra forma la convivencia se torna insufrible. También es necesario disponer de un espacio vital. Los pisos pequeños son prisiones que impiden a los cónyuges disponer de intimidad y libertad. Tras la separación empezó su labor como compositora y Cantante. Agradeció a María Dolores Pradera la difusión de su música en España.
Durante la entrevista hace referencia a la cultura inca, criolla y negra. Estaba orgullosa de haber nacido en el altiplano, cosa mal vista por muchos paisanos suyos. También tenía buenas amistades entre la gente de color.

LA FLOR DE LA CANELA - Vals (Chabuca Granda)

Déjame que te cuente limeña,
déjame que te diga la gloria,
del ensueño que evoca la memoria
del viejo puente, del río y la alameda.

Déjame que te cuente limeña,
ahora que aún perfuma el recuerdo,
ahora que aún se mece en un sueño
el viejo puente, del río y la alameda.

(*) Jazmines en el pelo y rosas en la cara,
airosa caminaba la flor de la canela,
derramaba lisura y a su paso dejaba
aromas de mixtura que en el pecho llevaba,
del puente a la alameda.

Menudo pie la lleva por la vereda
que se estremece al ritmo de su cadera,
recogía la risa de la brisa del río
y al viento la lanzaba del puente a la alameda.

Déjame que te cuente limeña,
ay deja que te diga morena mi pensamiento,
a ver si a así despiertas del sueño
del sueño que entretiene morena
tu sentimiento, aspira de la lisura
que da la flor de la canela,
adornada con jazmines matizando
su hermosura, alfombra de nuevo el puente,
que engalana la alameda,
que el río acompase su paso por la vereda.

Y recuerda que .... (*)

Déjame que te cuente limeña

• Déjame que te cuente limeña que es muy duro digerir noticias amargas y sobreponerse a dolores desgarradores.
• Déjame que te cuente limeña que resulta imposible olvidar. No dejaré de recordarte con afecto, con pasión y con nostalgia, hasta mi último suspiro o hasta que el Alzheimer me borre la memoria.
• Déjame que te cuente que el tiempo es un bálsamo imperfecto para curar el desasosiego. Pero que, por otra parte, es una de las mejores medicinas.
• Déjame que te cuente que me desahogo escribiendo y que me ahogo pensando más de la cuenta en este dolor denso e insondable.
• Ojalá se inventen pronto píldoras para el desamor o inyectables para borrar los pensamientos más inquietantes.
• Ojalá que podamos ser felices, cada uno a su manera.