Microrrelatos y escritos sobre la fotografía, la realidad y el deseo
jueves, 3 de octubre de 2013
Parados mayores de cincuenta años
No existe ninguna edad buena para quedarse sin trabajo. Pero con los cincuenta cumplidos verse expulsado del mercado laboral es una tragedia. Las arrugas y las canas te traicionan. A los ojos de demasiados empleadores no eres más que una sombra del pasado. Reinvertarse o resignarse son las únicas alternativas en una sociedad donde la madurez se considera una tara.