El fotógrafo asintomático
En nuestros días resulta casi imposible vivir en una torre de marfil. Pero intentar estar al día de los vaivienes de la pandemia acaba creando un poso fatal de miedo, incertidumbre y confusión. Especialmente agobiante resulta el galimatias de pruebas de detección del maldito virus y los tipos de afectacción que podemos padecer. Puestos a elegir me gustaría salirme por la tangente, quitarme 30 años y un día e inmunizarme del virus de la estupidez humana.