Con los años me doy cuenta que no envejezco como los actores y actrices de Hollywood en la mayoría de sus películas. Tomando fotografías también me topo con más problemas de la cuenta. Nuestra existencia está llena de dudas, misterios, inseguridades, miedos y cosas peores. La práctica fotográfica, salvo en su versión Kodak, es una mezcla de alegrías, penas y mediocridades.