La plaza de toros de las Arenas de Barcelona celebró su última corrida en 1977. En la actualidad es un centro comercial impersonal, adocenado y caro. Eso sí, tiene un mirador privilegiado. Las vistas nocturnas son espectaculares. El salto de la garrocha era una suerte taurina que se parece a los saltos de pértiga. Fue famoso en el siglo XIX y Goya lo retrató con maestría. El novillero granadino Pepe Calabuig ejecutó esta suerte un domingo 4 de mayo. El cartel lo fotografié, no se lo pierdan, debajo del puente Marina. Estaba escondido detrás de un matorral con cartas, zapatos, ropa, bolsas y otras miserias de los sin techo que duermen en aquel lugar.
Agradezo información sobre Pepe Calabuig.