sábado, 5 de junio de 2010

Simultáneas en el colegio Scala Dei

Había dormido bastante bien, desayunado frugalmente y dado un largo paseo hasta el colegio Scala Dei,dónde debía ofrecer unas simultáneas a los alumnos. Sin embargo, me sentía torpe, pesado y algo mareado.

La mañana era calurosa y asfixiante. No conseguí mejorar ni con el agua mineral fresquita que me proporcionó Juan Miguel Expósito, organizador del evento, ni evocando buenos recuerdos como el del recital de Paco Ibáñez que acababa de disfrutar el viernes por la noche.

Los chavales se pirran por el ajedrez gigante. En esta ocasión volvieron a pasárselo bien jugando eliminatorias por parejas. Afortunadamente los tableros estaban situados en una de las pocas sombras del lugar. Me sorprendió la seguridad con que un chaval de 6 años movía las piezas. Su padre ha hecho un gran trabajo. También era muy meritorio el apoyo que varias madres daban a sus retoños. Para las partidas muchos andaron sobrados de bocadillos y refrescos. Sin embargo parece que el interés de los jóvenes por el ajedrez ha descendido de otros años. Entre los jugadores hubo una gran deportividad y ganas de pasárselo bien. El ganador del torneo hizo una gran partida, que no debió perder. Llegué al final con un peón pasado y ligado, pero mi alfil era del mismo color de los peones. Mi adversario no debió cambiar nunca los alfiles. Sin duda hubiera hecho bien en aceptar las tablas que le propuse. Le esperamos pronto en Jaque al Rey, sin duda será un duro rival para muchos de nosotros.