A ellos les acusan de todos los males. Particularmente de los desmanes de Barcelona en la huelga del 29 de septiembre. Seguramente no son ningunos santos. Pero los verdaderos causantes de la quiebra del sistema han sido los especuladores. Los políticos y las fuerzas de seguridad han hecho muy poco y la mayoría de los sindicatos no protestaron cuando debían.
Por otra parte el sistema es particularmente imperfecto, injusto, inseguro, y en demasiadas ocasiones brutalmente sangriento. Todo tiene su fin. El comunismo stalinista se suicidó hace unos 20 años. Tal vez veamos desaparecer el capitalismo más pronto que tarde.