jueves, 17 de marzo de 2011

El dentista




Dr. Capella. Provenza 92. Una higiene dental = 50 euros

Siempre que voy al dentista no puedo dejar de recordar el film La tienda de los Horrores. Pero en este caso no hay plantas asesinas y el dentista es una persona afable que minimiza el malestar y el dolor que pueda causar a sus pacientes. Por otra parte, el doctor Capella tiene su consultorio demasiado cerca de La Modelo y esto siempre inquieta y deprime. No es gratuito salir bien parado de la consulta del odontólogo. Pero cuando te dicen que sólo tienes un poco de sarro no puedes evitar una sonrisa de oreja a oreja y pensar que todavía no estás podrido. En fin, un sitio recomendable. Pero sólo para ir cuando sea necesario.

Para celebrarlo fui a visitar dos exposiciones. La primera En el Institut d’Estudis fotogràfics de Catalunya por estar cerca de la cárcel Modelo y la segunda en el Palau Robert porque su protagonista estuvo en ella injustamente encarcelado por el franquismo. Ricard Duran i Bargalló (1916-1980) fue un fotógrafo aficionado y socio de la Agrupació Fotográfica de Catalunya. Se agradece ver fotografías tan bien positivadas en un blanco y negro clásico que me temo que ya ha pasado a la historia de la fotografía. Muchas de las fotos son de formato cuadrado y su origen casi seguro debió ser una Rolleiflex. Dominan las vistas urbanas de Barcelona y alrededores. Pero también hay bodegones, paisajes, escenas de playa y escenas de nieve. La belleza formal con picados, contrapicados, desenfoques y estudiados encuadres contrasta con una visión acrítica de una sociedad que vivía en una sangrienta dictadura.

Todo lo contrario sucede con la obra del desaparecido periodista Josep Maria Huertas Clavería. La expo del Palau Robert es un repaso general a su vida con un apartado dedicado a sus actividades fotográficas. En este caso las ampliaciones son digitales y particularmente grises y empastadas. Huertas trabajaba con una Zeiss Ikon que calzaba un objetivo de gran calidad. No entiendo como los organizadores han hecho un trabajo tan chapucero. Por otra parte, la temática se centra la pobreza y la marginación. Se observan problemas urbanísticos y sociales y la vida cotidiana de los más desfavorecidos. Las cámaras son inocentes. Pero no los fotógrafos. Huertas provenía de una familia muy humilde y lucho a su modo contra el franquismo y la desigualdad social. Nunca olvidaré cuando tuve la oportunidad de hablar con él por teléfono. Buscaba ciertas fotos del Arxiu Nacional de Catalunya y le atendí lo mejor que pude cuando trabajaba en el departamento de fotografía de esta institución.