Un paisaje apocalíptico, caótico y sobrado de contraste se ve iluminado por un libro. Una segunda foto nos dice que es un libro sagrado para los cristianos. Una foto no puede describir las miles de palabras que encierran los libros. Una palabra puede evocar miles de imágenes, sentimientos o deseos. Puede que sean mentira, verdad o pura fantasía. Ni el primer plano, ni desde luego el plano general nos dice gran cosa sobre el libro.