domingo, 2 de mayo de 2010

Antoni Gallardo, ingeniero, catalanista y fotógrafo

Antoni Gallardo i Garriga (1889-1942) es la personalidad fotográfica más señalada del Estudi de la Masia Catalana. También es el fotógrafo más destacado del fondo FECSA (1913-1980); colección de más de 30.000 imágenes depositada en el Arxiu Nacional de Catalunya y en cuya catalogación trabajamos entre 1994 y 1996. Al morir su archivo personal fue adquirido por Jeroni Martorell para el Servicio de Conservación de Monumentos históricos de la Diputación de Barcelona.
Antoni Gallardo y el fondo FECSA
Las fotografías del fondo FECSA reflejan los trabajos de FECSA y de las empresas que la precedieron. Los asuntos usuales son la construcción, mantenimiento y reparación de los pantanos, centrales y redes de transportes de la energía eléctrica.
La fotografía para los ingenieros, técnicos y directivos de las empresas eléctricas, debía ser simple, nítida y funcional. Así mismo, era un medio para documentar las nuevas instalaciones, las averías, los proyectos, la nueva maquinaria y los alrededores de las centrales. Por otra parte, se tomaron fotografías de identidad del personal, reportajes de los actos sociales, fotografías publicitarias sobre la aplicación comercial e industrial, de la energía eléctrica, reportajes sobre catástrofes naturales, trabajos de nivelación y medición del terreno y estudios sobre la navegación de los ríos.
Encontramos fotografías de toda Cataluña, de zonas del Aragón y del sur de Francia. En Barcelona destacan las imágenes de la central térmica de Mata y las de Sant Adrià-Badalona. También existen fotografías sobre la utilización de la electricidad en la iluminación de locales barceloneses.
Llama la atención la diversidad de formatos, cámaras y soportes empleados. Contrasta vivamente la temprana utilización del paso universal y del 6 x 6, con la utilización de placas de vidrio o acetato hasta la década de 1960. De forma usual los técnicos de la empresa, sobre todo los ingenieros, acostumbraban a tomar las fotografías en paso universal y en 6 x 6. En cambio, los fotógrafos profesionales utilizaban formatos mayores, generalmente cámaras de placas. Además de fotografías técnicas, encontramos imágenes de asunto etnográfico, algunas puramente personales tomadas a los miembros de las expediciones.
La visión del paisaje catalán observado por medio de las fotografías está, desde luego, muy mediatizada por los objetivos de las empresas hidroeléctricas. El fondo FECSA posee un valioso material documental sobre el paisaje catalán cercano a los centros de producción y de distribución de la empresa. Destacan las fotografías del Pirineo. Además, debemos señalar el valor antropológico de las vistas de los alrededores del curso del río Ebro, desde Zaragoza, hasta Tortosa.
En el archivo fotográfico de FECSA la mayoría de las fotografías están adheridas en cartulinas, denominadas “fichas de trabajo,” con datos sobre el motivo, el lugar, la fecha, y a veces sobre el fotógrafo y la cámara utilizada. Existen diversos álbumes con imágenes normalmente documentadas.
La información escrita resulta imprescindible para el correcto estudio del documento fotográfico por parte de un investigador. Sin los escritos de las fichas de trabajo no se hubiera podido conocer la clase de cámara utilizada, ni el nombre del fotógrafo. Tampoco resulta nada fácil identificar las fotografías sin texto. Aunque se reconozca el lugar resulta muy útil encontrar pies de foto que describan las imágenes.
Mirar fotografías con ojos de archivero-documentalista requiere un entrenamiento especial. Es necesario estudiar toda fotografía por sí misma. Sin embargo, no debemos olvidar que toda imagen suele formar parte de una serie. La falta de información de una fotografía puede completarse o clarificarse, comparando otras imágenes de la misma serie.
Para catalogar una imagen resulta muy recomendable mirar simultáneamente el negativo y el positivo. La mayoría de las copias de trabajo apenas traducen la rica gama de los negativos, pierdiéndose detalles que sólo pueden verse en el negativo. Los negativos, en cambio, acostumbran a ser demasiado pequeños. Al estar los tonos del negativo invertidos pueden producirse errores de interpretación.
El ejemplo del fondo FECSA podría ampliarse con el de otras muchas empresas. Sin ir más lejos, en el Arxiu Nacional de Catalunya existe el fondo fotográfico de la Maquinista Terrestre y Marítima, el fondo fotográfico de Siemens y el fondo de Tabacos de Filipinas. Un estudio exhaustivo de estos fondos prolongaría la investigación hasta la edad de nuestra jubilación. Por eso pedimos al lector indulgencia, al rehuir entrar en temas que harían interminable nuestro trabajo. Este es un campo muy virgen y muy fecundo para la investigación.
Antoni Gallardo era una persona de amplios intereses culturales; etnografía, arqueología, música, historia y por supuesto, la fotografía. Gallardo tenía fuertes raíces cubanas, su padre y su suegro eran cubanos establecidos en Barcelona. A pesar de sus antecedentes cubanos Gallardo se integró muy pronto en la cultura catalana,y adoptó el catalán como lengua principal. El padre de Antonio Gallardo, notario de profesión, era también aficionado a la fotografía y llevaba su cámara de formato 18 x 24 cm. en sus viajes y excursiones por la geografía catalana.
Antoni Gallardo colaboró con numerosas entidades. Además del Estudi de la Masia Catalana, Gallardo fue vocal de la Sección de Fotografía del Centre Excursionista de Catalunya y miembro de la Sociedad de Atracción de Forasteros.
Gallardo trabajó en la Sección de Concesiones Hidráulicas de Energía Eléctrica de Cataluña. Nunca fue una persona rica, aunque su sueldo de ingeniero era muy superior al de los trabajadores no cualificados. En 1935 cobraba unas 1.200 pesetas al mes, mientras que los obreros de su compañía ganaban entre 200 y 300 pesetas al mes.
El archivo fotográfico personal de Antoni Gallardo constaba de unas 5.000 fotografías. Antoni Gallardo tomó la mayor parte de sus fotografías personales con una cámara estereoscópica, comprada en Alemania durante un viaje de estudios. La cámara disponía de dos objetivos Tessar 3.5 y de un obturador de aire. Al parecer, Antoni Gallardo no era demasiado aficionado al laboratorio fotográfico. Pero su hijo Joan recuerda a su padre positivando por contacto con papel de ennegrecimiento directo.
Joan Gallardo acompañó a su padre en numerosos viajes y excursiones. En 1933, a los 11 años, le regalaron una cámara Kodak 6 x 4.5 cm., con ella tomó una fotografía en Vic, que pasó a engrosar el archivo fotográfico del Estudi de la Masia Catalana.
Una cámara Leica, propiedad de la empresa Energía Eléctrica de Cataluña, fue utilizada por Antoni Gallardo para tomar la mayoría de sus fotografías de ingeniería, actualmente archivadas en el fondo FECSA del ANC. Las imágenes se realizaron entre 1930 y 1942. Actualmente se encuentran en el denominado, Fichero de Trabajos. Este archivo consta de unas 5.600 fichas, con fotografías adheridas, de unos 9 x 12 cm.
En el Fichero de Trabajos encontramos las fotografías agrupadas por asuntos diversos. En especial proyectos de emplazamientos de nuevas centrales y trabajos de nivelación del terreno. Debemos destacar las imágenes del trabajo “La navegación en el río Ebro.”
Merece la pena detenerse en el proyecto sobre “La Navegación en el río Ebro” fotografiado por Antoni Gallardo. Francesc Carreras Candi, utilizó muchas fotografías de Antoni Gallardo, su discípulo predilecto, para su obra, La navegación en el río Ebro. Notas históricas editada póstumamente en Barcelona, 1940 (IGLÉSIES, 1964a, 342). Nosotros hemos manejado la edición de 1993 traducida al catalán por el Departament de Política Territorial i Obres Públiques de la Generalitat de Catalunya. Las fotografías de Antoni Gallardo son las que poseen un mayor interés etnográfico del denominado Fichero de trabajos, del fondo FECSA.