Los socialistas y los populares se han puesto de acuerdo en no condonar la deuda cuando se devuelve un piso a la entidad financiera por imposibilidad de pagar la hipoteca. ALgunas sentencias han dado la razón a los deudores. Pero la obstinación de los políticos es tozuda. En los casinos siempre gana la banca y con las hipotecas también. Los poderosos tienen bien guardadas las espaldas. Las clases populares y la clase media se puede quedar en cualquier momento con el culo al aire. Maldita sea.