El obstruccionismo del gobierno valenciano me parece de juzgado de guardia. Es una vergüenza que ciertos políticos gasten la única neurona que les queda para ponerles puertes al mar.
Por otra parte parece ser que los trabajadores de TV3 viven en una especie de nube de algodón que les hace inmunes a las restricciones que afectan al resto de los mortales y en particular a los trabajadores y servicios públicos catalanes. Si la sanidad y la enseñanza se tienen que apretar el cinturon, TV3 también.