sábado, 12 de febrero de 2011

La lectora

La historia se repite desde hace algún tiempo. Observo a una persona leyendo un enorme libro. Siempre es una mujer educada, elegante y discreta, más o menos joven, más o menos madura, más o menos hermosa. Mis problemas visuales y mi discreción me impiden saber que está leyendo. La intriga me angustia. Por eso escribo estas líneas y busco en el sabio lector (mejor en la sabia lectora) una respuesta.
Puedo dar alguna pista. La mayoría de los varones van armados de diarios deportivos, móviles o mp3 con cascos más o menos aparatosos. Sin embargo las mujeres son más y mejores lectoras. Sobre todo de inacabables novelas. El futuro del libro reposa en manos femeninas.