martes, 14 de junio de 2011

Multiculturalidad


Nos aferramos a nuestras costumbres y a nuestras creencias como a un clavo ardiente. Tanto el joven que lleva la camiseta del Barça como las musulmanas tapadas de pies a cabeza con vistosos vestidos parecen orgullosos de sus creencias y de sus señas de identidad. Seguramente la fe en el Barcelona CF y en otros equipos tenga mucho de irracional. Seguramente la civilización musulmana tenga sus cosas buenas y sus puntos oscuros. Tal vez muy pronto un hijo de estas mujeres musulmanas luzca con orgullo una camiseta del Barça o del Real Madrid. Tal vez la hija del admirador del Barça acabe casada con un musulman y convertida al Islam. El contacto entre pueblos, culturas y religiones conlleva espacios comunes y puntos de encuentro que no necesariamente significan asimilación, aculturización o normalización.