domingo, 7 de agosto de 2011

La prisa y el Alzehiemer

Seguramente son buena gente. Pero tienen una prisa enfermiza, son maleducados y tienen menos memoria que un ordenador sin disco duro. Hace falta ser desconsiderado, hortera, impresentable, descerebrado, ni-ni, etc. para sembrar las calles con los restos de un botellón. Tal parece que la crisis, que merma los servicios sanitarios, la educación pública y las ayudas sociales, no afecta a los inquebrantables e insoportables botellones de jóvenes con cerebro de mosquito y estómago hipopótamo.