En esta película, dirigida al público infantil y con claros paralelismos con el Mago de Oz, el gordo y el flaco nos dan sus propuestas para superar los problemas derivados por impagos de hipotecas. El enemigo es un archivillano directamente emparentado con los ogros, máximos representantes de lo peor de lo peor. Stan y Oliver tienen serios problemas para derrotar al villano. Pero al final vence el bien (los hipotecados). En medio quedan muchas escenas de humor, canciones, malentendidos y hasta el secuestro de uno de los Tres Cerditos.
El gordo y el flaco realizaron gran parte de su carrera en la Gran Depresión. Muchas de sus películas reflejan de una u otra manera la grave crisis que azotaba a Estados Unidos. Con toneladas de humor, sobredosis de solidaridad y un sinfín de platos rotos consiguieron hacernos reir y solucionar los problemas a su manera. Tenemos mucho que aprender de ellos.
