No siempre somos conscientes que malvivimos encerrados en muros, alambradas, soledades, miedos o incertidumbres. Puede que este cubo se sienta útil y feliz en un campo de cultivo. Pero a pesar de la hermosa luz que le acaricia y de la larga sombra que le adorna está prisionero sin haber cometido ningún delito.