"No tengo ni un euro para tomar un café"
Quien así habla, no siempre es una persona sin recursos o un parado. La situación económica provoca que hasta empleados públicos de cierto nivel se encuentren atrapados en préstamos, hipotecas y alquileres que les ahogan. Hay demasiada gente con empleo estable que trata de “resolver” al estilo cubano la asfixiante crisis. ¿Qué decir pues de quienes han perdido su trabajo o no acaban de iniciar su ciclo laboral?