Microrrelatos y escritos sobre la fotografía, la realidad y el deseo
domingo, 19 de febrero de 2012
Bien está tomarse un refresco o un zumito en un banco. Pero existen papeleras para los envases. Si los hijos de puta que dejan envases y restos de comida abandonados pudiesen volar, seguro que no podríamos ver el cielo.