La gente no es tonta. Los vecinos del barrio de Roquetas menos todavía. Saben que la sanidad está de rebajas. Que les están dando gato por liebre y que el dolor, la enfermedad y la muerte se esconden en esas estrategias de recortes salvajes. Bravo por ellos y por todos que luchan para que no les quiten lo que es suyo.