Esta paciente ha perdido o tirado la hoja de citación con un oftalmólogo de la sanidad (cada vez menos) pública catalana. Conseguir visita tarda demasiados meses. Eso si, una vez superada la barrera te atienden de maravilla. Las listas de espera en Cataluña son una vergüenza y un problema de salud pública. Pero los victimistas llorones la han transformado en una dolorosa seña de identidad.