lunes, 27 de febrero de 2012

Lindos gatitos

Si volviera a nacer me reencarnaría en un banco o, con preferencia, en un gato. Los gatos no saben de crisis, de recortes en sanidad o de paro. Se pasan las horas tumbados al sol y de vez en cuando cazan algún pájaro confiado. Eso sí deben soportar a esas viejecitas que los alimentan en la calle o a los dueños que les atiborran de insípidos piensos. De vez en cuando se dejan acariciar y si les sale un plan, se van de marchar.