El perro se llama Tró (trueno en catalán) y es un encanto. Dice su dueño que se muestra incansable cuando caza. Pero que es muy tranquilo y sociable, y que se deja acariciar por niños. ¿Cuántos malcasados no desearían una pareja humana como Tró? ¿Qué trabajador no vería con buenos ojos que el ogro de su jefe no se transformase en este afable can? Pero en estos momentos su feliz dueño disfruta con ganas de su compañía. Por cierto, es un perro adoptado.