Arriba la imagen manipulada por un servidor. Abajo la original publicada por el diario 20 minutos. Parece que al exdictador sólo le falta abrir los brazos para acabar de parecerse todavía más a las representaciones de Jesucristo crucificado. Sobran las señales de tortura y faltará para siempre un juicio en el que deberían clarificarse tantos atropellos, injusticias y asesinatos.