martes, 18 de diciembre de 2012

Abuelos para siempre

Barcelona, 1959. 7 x 9 cm

Hubo un tiempo en que en las Ramblas de Barcelona trabajaban fotógrafos profesionales, algunos de ellos minuteros. Ahora las cosas han cambiado y por esa zona "trabajan" demasiados amigos de lo ajeno y bastantes "lateros." Durante las navidades de 2011 se dejó caer torpemente un choricillo mientras tomaban unas fotos nocturnas de la iluminación ramblera con mi querida Canon G9. Afortunadamente casi siempre sujeto firmemente mi cámara con la correa. Tambien suelo llevar mis pertenecias en ciertos bolsillos secretos que no voy a desvelar. El tipo se fue de vacío pero a veces se llevan algún botín. Hace unos 4 años un tipejo se me abalanzó a la altura de Ramblas/Colón. Me lo quité de encima como pude y comprobé de urgencias mis pertenencias. Aparentemente no me faltaba nada. Pero más tarde percibí que el hijo de puta me había birlado el DNI. Este año un mal nacido que ha quitado la paga de Navidad, otro sinverguenza me ha obligado a pagar una cirugía.

En 1959 mi familia vivía en el Raval y yo no hacía más que comer, domir y cagar. También me llevaban a pasear a lugares embemáticos como la Estatua a don Cristobal Colón. Y allí un fotógrafo ambulante tomó unas de las mejores fotos que conservo con mis dos abuelos y también con mi madre. Observen que miro a la cámara de forma desconfiada. Pero al mismo tiempo demuestro asimilaba más de la cuenta que el Perlangón y otros potingues que me endosaban. Mi abuela Isabel parece la mujer más feliz del mundo. Al cabo era su primer nieto. Mi abuelto Canuto pone cara de asustado y mi madre esboza una discreta sonrisa.

Ahora entiendo porque me tira tanto visitar la parte baja de las Ramblas. En especial el monumento al marino genovés y la parte del puerto dónde estaba la reproducción de un de sus barcos y las populares golondrinas.