Las fotos no mienten. Hubo un tiempo en que me gustaba el fútbol y era del Barça. Dejé de interesarme por el fútbol al comprobrar el histerismo de muchos de mis compañeros de colegio cuando jugábamos partidillos. Yo jugaba de defensa o de portero. Lo hacía por pasar el rato y mi juego dejaba mucho que desear. Por eso me pasé al baloncesto y sobre todo al frontón. En estos deportes las experiencias fueron mucho mejores.