De vez en cuando nos reencontramos con viejos conocidos, antiguos compañeros de estudios o familiares más o menos lejanos. Tras un convencional "¿como estás?" "yo muy bien" se abre un interrogante más grave y urgente "¿tienes trabajo?" Todos tenemos incidencias más malas que buenas. Demasiada gente te explican arduos y asfixiantes problemas socioeconómicos. La crisis hace que cada vez más bienes básicos se encuentren en un reducido círculo de tiza caucasiano. Su distribución por los gobernantes es particularmente injusta para los más débiles. Pero como dejó escrito Bertol Brecht.
"Lo que existe debe pertenecer a aquellos
que para eso valen.
Los niños para que florezcan
las madrecitas.
Los coches a los buenos cocheros,
para viajar bien.
Y el valle a los que lo riegan para que dé sus frutos."