Año de bienes según los profetas peperos y convergentes. Los populares pronostican una mejora cuasi infinita en las condiciones de vida o al menos en la prima de riesgo y el objetivo de déficit. Los neoindependentistas planean una consulta que nos abrirá las puertas de ese nuevo paraiso terrenal llamado Estado catalán en el que estaremos a salvo de salvajadas como la Ley Wert o la reforma laboral, pero en el que pervivirá el euro por receta, las listas de espera, los desahucios, los chanchullos de los Millet y compañía, los rebuscadores de basuras, los policias que tiran pelotas de goma y otros artefactos, etc. etc. etc.
Por entonces ya estará condenado e indultado don Iñaki Urdangarín, los responsables del desastre financiero, defraudadores de impuestos, evasores de capital, policias torturadores y políticos corruptos con o sin cuenta en Suiza. Con un poco de mala suerte tendremos Eurovegas y sucedáneos por doquier. De esta forma, seremos como los chinos sometidos por los británicos en el siglo XIX a base de opio, juego y prostitución.