sábado, 7 de diciembre de 2013

Bar Bodega Juan

En general los bares, tabernas y cafeterías van sobrados de varones y faltos de femineidad. La costumbre de bautizar el local con el nombre del propietario es una forma de transformarle en un personaje a caballo entre el chaman, el sacerdote, el viejo amigo y el psicólogo. Sin duda el papel de los dueños de bares debería ser mejor estudiado. Ahora los mostradores se llenan de ojos rasgados, sonrisas calladas y dificultades linguísticas, culturales y gastronómicas. Aún así parece que los nuevos propietarios chinos están tratando de reflotar un negocio en crisis.