Elogio del portazo
¿Cuántos de ustedes no se sienten angustiados por un insoportable, insufrible y demoledor portazo? ¿Cuantas sueños profundos, siestas, comidas, lecturas, conversaciones, sesiones de internet o veladas televisivas no han sido violadas por un portazo? Y sin embargo ahí está. Imprevisible, angustioso, vomitivo, escalofriante, sórdido, provocador. Por cierto, todo un acierto el color rojo del cartel.