Las fundas de gafas, sin embargo, se pierden de una forma más genérica. Los defectos ópticos y las clases sociales suelen tener una importancia relativa. Seguramente la pérdida o extravío es directamente proporcional al despiste de su propietario o usufructuario.
De esta forma me intriga que el antiguo dueño de unas gafas con funda marrón recuerde con precisión el lugar de la triste desaparición de un objeto de gran valor sentimental. Por otra parte entiendo que el afecto, la ternura y los sentimientos positivos en general son un bien de valor incalculable; hace unos instantes que estaba tomando notas con un viejo bolígrafo Bic que perteneció a una persona estimada. Ya se que es una estupidez, pero cuando escribo con este Bic punta fina me parece estar frente a esa persona. Por eso entiendo en cartel de Stepan, un nombre que evoca lugares lejanos y seguramente recuerdos insondables. Espero que recupere su funda marrón y sus gafas y de esta forma pueda ver lás cosas mucho mejor.
