domingo, 4 de agosto de 2013
Tras el orgasmo
Sin duda podemos interpretar esta imagen de muchas maneras. Permitanme que tras hacer el amor, pegarme una ducha y tomar un café mi capacidad iconográfica se vea influída por un filtro de deseo satisfecho que me hace ver las cosas de color de rosa. No busquen Photoshop en la foto. Si acaso el reflejo de unas casas antiguas y un paseante en un escaparate habitado por el busto de un maniquí masculino y el póster de una bella y morena joven. Parece que los seres inanimados se busquen con unas miradas saturadas de testosterona. Da también la impresión que el maduro varón real añore la perdida juventud y desee la sensual mirada de la joven del cartel. Todo esto y algunas cosas más se me han ocurrido. Les dejo, me acaba de entrar una mortal modorra.