sábado, 3 de agosto de 2013

Miseria, dolor y fotografía: Sebastiao Salgado

Tras degustar una ensalada con lechuga, atún, queso de bola, frutos secos y pimiento verde afronto la lectura del libro de Sebastiao Salgado Sahel-El fin del camino. Comunidad de Madrid, 1980. Me acompaña la música de Bob Dylan, mi sillón de orejas y la luz de mi ventana favorita.

Palabras clave: Etiopia, Mali, Sudán del Sur, enfermedad, hambre, miseria, Médicos sin Fronteras, desesperación, esperanza, ayuda humanitaria, fotografía humanitaria, blanco y negro.

Tras observar esos cuerpos con delgadez extrema y diezmados por las enfermedades te das cuenta que a pesar de nuestra tremenda crisis, todavía somos  extraordinariamente afortunados. De momento no necesitamos la ayuda de los médicos sin fronteras, ni que Salgado desembarque con sus Leicas en España. Pero cada vez estamos más cerca. Mejorar la asistencia sanitaria, los servicios sociales y luchar contra el hambre y la falta de trabajo son conceptos ajenos a nuestros queridos gobernantes. Las fotografías de Salvado evidencian, entre otras cosas:

-Una miseria desastrosa

-Fe y esperanza en la religión (mayoritariamente islámica) de los fotografiados

-La ayuda humanitaria mitiga las enfermedades y el hambre.

-Esteticismo: Impacta la belleza de unas imágenes que tratan mayoritariamente de personas hambrientas, enfermas y muertas. Abruma la composición, el control de la iluminación y el positivado.

-Impresiona la calidad impresa del libro editado por la comunidad de Madrid en contraste con las aberraciones y recortes que están haciendo en estos momentos.

No me veo fotografiando tanto dolor y tanto difunto. Se me rompería el corazón. Soy un cobarde.