En ocasiones las palabras y las imágenes alimentan nuestro espíritu mucho mejor que una mariscada, una parrillada o una feijoada. Francesca Portolés me ha transmitido mensajes positivos en un momento personal bajo.
En su foto se muestran de forma magistral sombras, pintadas y colores. Las piernas y el árbol cortados transmiten un toque misterioso e inquietante y son al mismo tiempo una puerta abierta a la esperanza que todos necesitamos.
