lunes, 17 de julio de 2017

Moderado y demócrata

El fotógrafo moderado y demócrata observa perplejo los tiempos que le tocan vivir. Al fotógrafo radical y revolucionario le pasa más o menos lo mismo. Los fotógrafos conservadores tampoco acaban de entender nada.  Puede que casi todos los fotógrafos viviésemos más y mejor en una república fotográfica. Pero en la mayoría de las democracias consolidadas se vive mejor que en los reinos de taifas, paraísos perdidos y utopías varias. El fanatismo de los utópicos y creyentes me hace dudar, pero solo un poco, de mis convicciones. Tal como estamos no vamos bien. Pero las cosas pueden ir a peor.

viernes, 14 de julio de 2017

El fotógrafo tecnológico

Erase un fotógrafo pegado a un ordenador, una tableta y un teléfono móvil. Con tanta tecnología no podía dedicarse a la fotografía. Su cámara languidecía olvidada en un oscuro cajón.

Nunca es tarde

Nunca es tarde si se llega a tiempo de tomar una fotografía interesante.

Fototonterías

Fototonterías las justas.

martes, 11 de julio de 2017

Perros salchicha y cámaras salchicha

Me encantan los perros salchicha. Su torpe caminar despiertan simpatía. Los móviles con cámara se asemejan a los perros salchicha. Sugiero denominar fotógrafos-salchicha a los usuarios de la fotografía con teléfono móvil. Su técnica fotográfica suele ser más o menos torpe, ingenua y simpática. Sus fotografías suelen ser alargadas, pero triunfa el formato cuadrado Rollei o Hassel en redes sociales como Instagram.

Conducir y fotografiar

Disfrutaríamos de menos y mejores fotografías si se exigiera algún tipo de carnet para fotografiar. Por otra parte conducir (manejar) y fotografiar están bastante relacionados. Ojalá condujéramos y fotografiáramos siempre con prudencia y solidaridad evitando hacer daño a nadie ni a nada. Ocurre, sin embargo, que ciertas al personas se creen seres superiores cuando agarran un volante o aprietan un obturador. Pero debemos tener cuidado, paciencia, sentido común, empatía y compasión para conducir y fotografiar como dios manda.

El fotógrafo sin vocación, el fotógrafo sin vacaciones

La vocación y las vacaciones están bastante relacionadas. En mi juventud mi vocación fotográfica era capaz de vencer mi falta de tiempo. Pero en mi madurez necesito tranquilidad y vacaciones para tomar fotografías y para afrontar proyectos fotográficos en general. La necesidad de descansar y de distraerse se impone a las ganas de hacer cosas que valgan más o menos la pena. Pero descansado y con tiempo libre acaban saliendo textos como el que estoy escribiendo y fotos que verán ustedes muy pronto.

El fotógrafo blando y absurdo

Ciertos políticos tratan de desacreditar a otros políticos calificándolos como blandos y absurdos. Pero a muchos nos encanta el pan blando y el teatro del absurdo. Me congratula ser considerado una persona tierna, suave, benévola, dúctil, elástica y flexible. Sartre, Camus, Kafka, Artaud y Caroll han influido decisivamente en mi formación intelectual y me enorgullezco de ello. Por el contrario me inquietan las personas duras, inflexibles, rigurosas, cerradas e inflexiblemente lógicas.

viernes, 7 de julio de 2017

Hacer el ridículo y hacer una foto

Resulta casi imposible hacer el ridículo con un cuaderno de notas, un bloc de dibujo o un libro. Más frecuente es hacer el ridículo cantando o tocando algún instrumento musical que no se domina. Los instrumentos electrónicos y la era digital nos abren de par en par las puertas del bochorno, la ordinariez, la falta de respeto y del sentido del ridículo y otras cosas peores. Hacer una foto ya no es lo que era.

Homenaje a Monterroso

Cuando se despertó el fotógrafo  todavía estaba allí retocando mentalmente las fotografías que había tomado el día anterior. Sus compromisos laborales y familiares no le permitieron optimizar sus fotografías y difundirlas en las redes sociales hasta varios días después. Algunas se sus imágenes eran tan breves, intensas y distendidas como los microrrelatos de Augusto Monterroso.

No hablaré en clase, no fotografiaré en clase

En mis lejanos tiempos escolares nos castigaban por hablar en clase. A mi me toco copiar muchas veces la dichosa frase. La generación anterior a la mía se llevó, además, castigos corporales. Ahora los niños son castigados por utilizar el teléfono móvil o la tableta en clase. Suele estar particularmente perseguido tomar fotos y subirlas a las redes sociales.

No tengo claro como acabará todo esto. ¿Hasta que punto la represión de fotografiar en los colegios equiparará tomar fotos con fumar cigarrillos, beber alcohol o decir palabrotas?

Recién pintado, recién fotografiado

Las fotografías deberían dejarse reposar como los cuadros, las paredes o los bancos recién pintados. De esta forma podemos valorarlas mejor para su posterior optimización y difusión.