viernes, 23 de julio de 2010

El instante decisivo

Llevo varios días leyendo varias obras sobre Henrie Cartier-Bresson:

.-Pierre Assouiline Cartier-Bresson (2002, 1999): El ojo del siglo. Galaxia Gutenberg, Barcelona
.-Henri Cartier-Bresson (1952):E l instante decisivo. Edición original y simultánea en francés e inglés: Images a la Sauvette/The Decisive Moment
.-Eugen Herrigel (2002,1953): Zen en el arte del tiro con arco. Ed. Kier, Buenos Aires

Las siguientes líneas son fruto de su digestión. En primer destacar su predilección por el uso del objetivo de 50 mm y de los encuadres a vista humana. Cuantos de nosotros ,y yo el primero, hemos buscado ángulos picados y contrapicados y prespectivas aplastadas o ensanchadas. Cartier–Bresson se centra en el tema y huye al máximo de tecnicismo y de visiones más o menos artísticas. Seguir sus consejos nos hubiera ahorrado a bastante dinero en todo tipo de objetivos y bastante tiempo buscando ángulos extraños. No se interesó por el laboratorio y delegó el revelado de fotografías en cuanto pudo. Eso sí, pedía revelados y positivados de contraste normal, sin retoques y, sobre todo, sin reencuadres.

Henri escribió muy poco y apenas concedió entrevistas. El instante decisivo es su único texto teórico. Me pareció desfasado cuando lo leí por vez primera en los años ochenta. Con la revolución digital parece una reliquia. Pero refleja su manera de pensar y de trabajar. La suya es una visión purista. La pudo llevar a cabo al alcanzar la élite de la fotografía de reportaje. De otra forma, ahora conoceríamos muchas fotos suyas reencuadradas, en color y con todo tipo de manipulaciones. Su grado de control le permitió que algunas de sus fotos tuvieran que llevar determinado pie de foto o que no pudieran comentarse libremente, chapeau. Quien pudiera en nuestros días hacer algo semejante.

Cartier-Bresson era un hombre de izquierdas. Durante mucho tiempo fue un compañero de filas de los comunistas. De esta forma pudo realizar viajas a la URrSS, la china comunista y la Cuba castrista. So si, fue un hombre honesto y en las fotos de esos viajes trató de reflejar la realidad. Como casi todos nosotros se desencantó del comunismo. Afortunadamente no acabó militanto en partidos del corte del PP o de CiU. En su madurez Henri fue una mezcla más o menos equilibrada de anarquista, ecologista y budista laico.

El interés de Henri por las filosofías orientales tiene mucho que ver con su matrimonio con Ratna Mohini (1937-1988) una bailarina javanesa y musulmana. Estuvieron casados unos 30 años. Conocer los entresijos de su relación es algo fundamental para la historia de la fotografía y para las teorías sobre el choque de las civilizaciones o de las alianzas de las civilizaciones. Sin embargo, Pierre Assouline no profundiza lo suficiente en esta relación. Assouline basa en las explicaciones de Cartier-Bresson la relación entre ambos. Destaca que el espíritu dominador de Ratna fue la causa de la separación y divorcio.

El doctor Laguillo comentaba en sus clases de doctorado la relación entre Cartier-Bresson y el budismo. Citaba un libro del filósofo alemán Eugen Herrigel (1884-1955) Zen en el arte del tiro con arco. Assouline también lo cita en su biografía. La obra tiene origen en un artículo de 1936 y se publicó en 1953. En los años 20 Herrigel era profesor de filosofía en Japón. Para comprender mejor el budismo le recomendaron que aprendiera alguna disciplina artística o arte marcial. Herrigel, aficionado a las armas de fuego, eligió el tiro con arco. En el libro refleja la áspera displicina que sufrió en su aprendizaje.

Podría escribir muchas páginas sobre Henri. Pero acabaré comentando que en la actualidad sigo bastantes de su recomendaciones. Mi equipo fotográfico está basado en una Canon G9. No es una Leica pero se trata de una cámara discreta y silenciosa. Sigo las novedades, pero no me vuelvo loco. No tengo ninguna intención de comprarme cinguna cámara réflex, ni otros trastos grandotes. Nunca utilizo flash. Intento corregir lo mínimo los archivos digitales. Básicamente hago fotos en color. Transformar en blanco y negro las fotos digitales es posible y algunos resultados son espectaculares. Pero el esfuerzo de manipulación es enorme. El pictorialismo de la foto digital está en los manipulados en blanco y negro. Todo lo contrario que el verdadero pictorialismo