domingo, 19 de junio de 2011

El ajedrez y la felicidad

No se si se puede alcanzar la felicidad jugando al ajedrez. Pero sin duda tocar madera te ayuda a sentirte mejor. Ramón y Yolanda son un buen ejemplo. Su sonrisa y su complicidad denotan que se lo pasaron en grande en las rápidas que organizó el Ideal d'en Clavé el pasado mes de mayo. La mañana era gris y desapacible. Pero jugando rápidas pasamos unas horas que nos ayudaron a olvidar demasiados problemas, reencontranos con viejos conocidos y jugar contra tenaces adversarios. El sombrero de paja fue un regalo del Ayuntament de Barcelona. Yo también tengo uno. Muchas gracias.