martes, 14 de septiembre de 2010

El tiempo pasa

El tiempo pasa, y muchos tenemos la suerte de conservar familiares, amistades, parejas y desamores.
Tendemos a creer que estas personas son las mismas que hace 5, 10, 15 o 20 años. Nada más lejos de la verdad. Ellos y nosotros hemos ido cambiando, transformándonos, evolucionando, involucionando, metamorfoseándonos, creciendo, perdiendo facultades, adquiriendo experiencia, perdiendo atractivo, ganando tablas, envejeciendo, desvariando, enloqueciendo, cambiando de chaqueta, de creencias religiosas, de pareja, de orientación sexual, de ordenador, de simpatías políticas.
En definitiva que, querámoslo o no, cambiamos demasiado y no siempre para mejor. Y que decir de los cambios socioeconómicos, del terrorismo, de la globalización, de la emigración, de la inmigración, del maltrato a las mujeres, de la pederastia, de las drogas legales, de las toleradas, de las ilegales. De los integrismos religiosos, del imperialismo, de Palestina, de Israel, de Cuba, del Opus Dei, de los Legionarios de Cristo, de ETA, de los nacionalistas, de Internet, de la música mp3, del DVD, de los coches con ordenador, de la menopausia, de la pitopausia, de la Semana Santa, del Ramadán, de los teléfonos móviles, de la televisión por satélite, por cable, de la TDT…