jueves, 9 de diciembre de 2010

Carta a los Reyes Magos

Tengo algunos deseos y algunos caprichos pendientes. Pero la mayoría de las cosas que voy a pedir no son para mí. Al cabo con una arroba de salud, unos gramos de creatividad y unos suspiros de afecto me doy por satisfecho. Sin embargo, es necesario que Papa Noel, Santa Claus, los Reyes Magos, los Reyes de verdad, los políticos, los banqueros, los empresarios, los militares, los policías, los sindicalistas, los miembros de ONGS, los controladores aéreos, los NI-NI y los anti-sistema nos regalen solidaridad, humanidad y dignidad a todos los seres humanos. En especial a los niños que se han quedado sin padres, a los padres que se han quedado sin trabajo, a quienes han perdido la salud y a los trabajadores que día a día van perdiendo poder adquisitivo o directamente cayendo en una pobreza borderline. Tampoco debemos olvidarnos de los perseguidos o marginados por su sexo, religión, ideología política o color de la piel. Recordemos también a quien tiene problemas de convivencia con su pareja, sus vecinos, sus jefecillos, los niñatos del botellón o los viejos bordes.

Con mis mejores deseos para estas fiestas y para 2011.