Sobre comer entre horas se ha escrito demasiado. Pero poco o casi nada se sabe sobre fotografiar entre horas. Para cubrir este vacío vamos a decir un par o tres de tonterías que seguro no sirven para nada, pero que me ayudarán a hacer mejor la digestión.
Fotografiar antes de comer me ha servido para distraerme, caminar y hacer ciertos ejercicios de gimnasia y relajación. Seguramente no habré tomado ninguna obra de arte, pero me lo he pasado bastante bien.
Fotografiar después de comer requiere un esfuerzo considerable y una motivación especial. Pero tras escribir este artículo tengo cosas que hacer y no duden que si veo algo interesante trataré de tomar una foto.
Tras la cena solo toman fotos los noctámbulos, los astrónomos, los fotoperiodistas, los agentes de seguros y las fuerzas de seguridad. Como receta contra el insomnio la fotografía no suele ser demasiado efectiva, pero antes de suicidarse hay que probarlo todo.
Antes de que se me olvide no dejen de tomar un buen desayuno antes de una sesión fotográfica o de casi cualquier otra cosa.