sábado, 18 de febrero de 2017

¿Cómo saber si una fotografía te gusta de verdad?

Las fotografías, como otros muchos asuntos, suelen causar atracción, rechazo, indiferencia, cansancio o perplejidad. Muchas imágenes nos enamoran a primera vista. Otras deben mirarse con lupa para dejarse atrapar por su armonía, honestidad o encanto.  La accesibilidad resulta fundamental para que la pasión fotográfica pueda ser correspondida. De otra forma se produce un malsano de amor platónico. Pero gracias a la magia de la reproductibilidad no resulta difícil disponer de una copia aceptable. Las pasiones fotográficas suelen ser compartidas. Esto sucede hasta en los  elitistas tirajes limitados. En vano ciertos autores se empeñan en destruir negativos y crear obras únicas. Los amores fotográficos son promiscuos, pero están libres de enfermedades de transmisión sexual. La mayoría de las religiones son muy anteriores a la invención de la fotografía. Casi todas las valoraciones místicas no suelen ser dogma de fe.   Pero tienden a sobrevalorar las fotografías que potencian sus creencias y denigrar a las que lo ignoran o critican. En mi juventud nos fascinaban las fotografías de laspersonas y de las cosas  que nos atraían. La selfimania exacerba el fotonarcisismo y condena al ostracismo a los fotógrafos que saben retratar a las personas como dios manda. A mi lo que me gusta de verdad es la tortilla de patatas.