miércoles, 19 de septiembre de 2012

100% español

Es difícil sentirse un pura sangre español, catalán o francés. Casi todos tratamos de no ser demasiado gilipollas. Pero lo somos en la medida que nos dejamos embaucar por el nacionalismo, el chauvinismo y cosas peores. El estado, la estupidez,  la religión o el fútbol son armas de destrucción masiva.